Por: Mtra. Karime Fajer Paniagua

CÓMICS: FANTÁSTICOS PERO NO FANTASÍAS

¿Por qué necesitamos de historias y personajes fantásticos para brindarle un sentido a nuestras vidas? ¿Por qué los superhéroes? ¿Es normal que disfrutemos tanto de una serie televisiva?

A lo largo de la historia, son muchos los héroes y personajes reales que han marcado el rumbo de la sociedad en diferentes momentos. Mitología y realidad se han unido para darle un sentido fantástico a la crisis de cada época con un solo objetivo: que lo cotidiano no se olvide.

Y es que realmente el ser humano no necesita de la fantasía para entender su entorno, pero verlo como algo extraordinario definitivamente ayuda. La comunicación de noticias no es un problema, pero el enganche y el compromiso al entendimiento de dicha información sí lo son. Si queremos que la gente joven entienda sobre la responsabilidad que implica un puesto de poder, podríamos sentarnos y hacerles leer a Focault, continuando con una profunda sesión de cátedra y ejemplos sociales… O entregarles un cómic de Spider Man. ¿Podemos imaginar cuál será más efectiva?

Como adultos, las personas están predispuestas a no enfrentar de manera profunda los conflictos emocionalmente retadores o dolorosos. Por ejemplo, un adulto que haya vivido el trauma de la bomba atómica y su impacto en la sociedad tras el ataque de los Estados Unidos, será capaz de entender y asimilar de manera metafórica primero, y es así como un monstruo gigante lanza llamas como Godzilla es creado en reflejo al hecho real.

Los superhéroes y criaturas extraordinarias son entonces concebidos no solo por la imaginación de sus creadores, sino por el contexto social de su tiempo. Desde la Era Dorada del Cómic book, con la creación del primer superhéroe, Superman; hasta la nueva Ms. Marvel, una superheroína, adolescente musulmana, el comic book ha logrado posicionarse como un método de afrontamiento, crítica y formación de identidad en sus jóvenes lectores que, sin darse cuenta, viven a través de la lectura el desarrollo de los más recientes eventos sociales y la constante lucha de las nuevas generaciones por la diversidad y equidad en la sociedad.

CÓMICS COMO MÉTODO DE APRENDIZAJE Y AFRONTAMIENTO DE CRISIS SOCIALES Y FORMACIÓN DE IDENTIDAD

De los jóvenes entre 12 y 22 años, solo el 28% leen noticias de periódicos, escuchan noticieros en la radio o ven programas de televisión de este tipo. ¿Cómo conocer entonces el contexto de los eventos globales? La generación milenio se enfoca en las redes sociales y los posts que ven en ellas para saber lo que sucede en su entorno. Si en Facebook aparece un link a un periódico electrónico, y éste contiene imágenes, es más probable que ingresen al link. Es por eso que existen páginas especializadas en comunicar sucesos relevantes a través de historietas o infografías. Tal es el caso de Pictoline, por ejemplo. Sin embargo, el comic book lo ha hecho desde los años 20s, iniciando con la Gran Depresión en Estados Unidos.

UN VIAJE EN EL TIEMPO

Un adolescente o adulto joven en la actualidad, ya no se beneficia ni encuentra interés en los medios de enseñanza-aprendizaje o de comunicación de la información convencionales. Los textos complejos, monótonos y llenos de conceptos les aburren y no despiertan el interés por la lectura. No puede desestimarse que el superhéroe surge de la necesidad de la gente de sobrellevar el caos, la desintegración económica, la corrupción y conflictos bélicos a nivel mundial, así como un método para transmitir de una manera más amigable el entorno social, que por supuesto a cualquiera le causa ansiedad de ser leído en un periódico o escuchado en la radio de manera cruda.

En 1938, surge Superman en los primeros volúmenes de Action Comics, quien se convertiría en la casa DC Comics; personaje que en sus inicios fue concebido como un villano resultante de un experimento. No es casualidad, pues en mayo de 1937 Josef Mengele, el «Ángel de la muerte», médico que por años realizó despiadados experimentos en humanos con la firme intención no sólo de erradicar a los que consideraba «inferiores», sino también de buscar la perpetuación y proliferación de la raza aria; Mengele obtiene el doctorado en antropología y el título de médico, estudios que compaginaba con actividades ligadas al partido nazi de Hitler convirtiéndose en su miembro número 5.574.974.

Haciendo esta información del dominio público, el rol de Superman se transforma en el del héroe que aparenta ser un humano promedio a pesar de sus increíbles poderes, y el tema recurrente de sus historias en los cómics es la decisión de ejercer sus extremas habilidades en contra de las preguntas y normas que rodeaban el uso de las mismas. Tal cual se le cuestionaba al partido liderado por Hitler.

Es así como los jóvenes entendían lo que sucedía en Europa desde una historieta que, además, ya proponía que toda persona, incluso Superman, tiene debilidades que no necesariamente son objetos como la kriptonita, sino deficiencias a nivel personal como la ambición descontrolada o la sed de poder, expuesta en este caso en Lex Luthor, el equivalente a Adolf Hitler en 1942.

En contraste a otra crisis de la misma época, Marvel Comics debuta a Batman en 1939 considerando como contexto social la creciente influencia de las mafias en Estados Unidos y de la marcada desigualdad económica y corrupción de ciudades como Nueva York y Chicago. ¿Y cómo hacer que un niño entendiera esto? Creando Ciudad Gótica y villanos que emulaban a personajes como Al Capone; creando una espacio como Arkham Assylum para representar la famosa cárcel de Alcatraz; y trasmitiendo las osadas redadas de la “Agencia de la Prohibición” de la policía de Chicago, donde Eliot Ness liderando a “Los Intocables”, llevaría a la aprehensión del gánster más famoso, tal cual lo hace el Comisionado Gordon a sabiendas de la corrupción de la Policía de Ciudad Gótica con las mafias italianas.

Otra crisis social importante y presente desde hace cientos de años, es el rol de la mujer en la sociedad. Actualmente se ha vuelto una constante el movimiento feminista y la búsqueda de la equidad de género, la defensa de los derechos de la mujer pareciera ser una moda, pero ha sido un tema que ha existido de manera encubierta. Es William Moulton, psicólogo de Harvard, quien en 1943 plantea:

“Las niñas ya no quieren ser niñas. No quieren ser tiernas, sumisas, de casa y solamente bellas. Ese estereotipo es y será su más grande debilidad. Necesitan una heroína con la fuerza inmesurada de Superman y la belleza de las bondadosas mujeres trabajadoras.”

Es por ello que Wonder Woman es creada como propaganda feminista positiva, utilizando el cómic como medio educativo e informativo de los derechos que una mujer podía exigir. Sus historias empoderan por primera vez a las jóvenes lectoras y abren el panorama de los niños varones hacía los primeros destellos de la equidad de género a través de la Princesa Diana de Themyscira, amazona y defensora incansable de la justicia. En las escuelas o en espacios laborales, la discriminación y menosprecio al rol femenino no era mal visto, así que la Mujer Maravilla fue un excelente método de incepcionar el concepto de igualdad sin ir en contra de lo socialmente aceptado. Pues claro, ¿quién tomaría en cuenta una historieta, si no es que los niños? Para DC Comics era justo el punto: que lo niños se atrevieran a cuestionar estas situaciones y a ubicar y admirar a una mujer al nivel de Superman.

Situémonos ahora en 1941. Surgimiento del Capitán América, el primer Vengador, un súper soldado creado como propaganda positiva en la lucha de la Segunda Guerra Mundial. Casualmente, en 1945, la historia del Capitán América en los cómics lleva al Capitán Steve Rogers a luchar contra Red Skull, y su triunfo lo deja congelado en el fondo del mar. Justo cuando la Segunda Guerra Mundial llega a su fin. ¿Coincidencia?

Y así pasan los años, surgen diferentes escenarios, superhéroes y villanos que se adaptan al entorno social de diferentes países hasta que, al menos en estados Unidos, los gobiernos comienzan a entender lo que los cómic están haciendo: informando y educando, a través de su lectura, en contra de sus creencias. The Comics Magazine Association of America se ve forzada a crear el Comic Code Authority, organismo que trataría de regular el contenido de las historietas antes de que el gobierno prohibiera la edición y distribución de las mismas.

Pero los comics entran en un periodo de censura y crisis con el Macarthinismo, término que se utiliza en referencia a acusaciones de deslealtad, subversión o traición a la patria sin el debido respeto a un proceso legal justo donde se respeten los derechos del acusado. Se origina en un episodio de la historia de Estados Unidos entre 1950 y 1956 durante el cual el senador Joseph McCarthy (1908-1957) desencadenó un extendido proceso de acusaciones infundadas, denuncias, interrogatorios, procesos irregulares y listas negras contra personas sospechosas de ser comunistas. Entre ellos, los creadores de comic books. Se afirmaba no solo que los cómics causaban violencia entre los jóvenes, sino que los temas de espionaje, apertura sexual y aceptación de “los negros” destruirían los ideales americanos.

Stan Lee, padre de Marvel Comics, no se ve intimidado por esto. En 1963, con la censura al cómic aún vigente, surgen los X-Men, mutantes defensores de la diversidad a través de sus súper poderes de nacimiento en contra de un sistema opresor. Y no fue ese el mayor golpe de Marvel, sino que a la par, nace Spider Man, un adolescente que emulaba a los jóvenes estudiantes protestantes en que apoyaban la igualdad de razas y defendían los derechos fundamentales del ser humano, la paz, la eduación y el cese de la violencia.

No es de sorprenderse que en 1964 el personaje del Capitán América resurja en el apogeo de la Guerra Fría donde el sentido de patriotismo en Estados Unidos es fundamental para el pueblo. En ese entonces, los espías son también un tema importante en las historietas, pero al mismo tiempo comienza un movimiento social que busca la inclusión y respeto de las razas afro-americanas. Con el movimiento de Martin Luther King, el mejor amigo y aliado del Capitán Rogers es Sam Wilson, soldado de piel negra que da vida a Falcon, reforzando así el tema de inclusión y tolerancia a la diversidad en los jóvenes lectores de Marvel Comics. Ambos luchando en contra del renacido Red Skull, quien ahora representaba a la Unión Soviética. Definitivamente una manera más amigable de hacerle entender a un niño o joven, por medio de la lectura de comics, y dentro de un sistema educativo lleno de propaganda y discriminación, el otro lado de la moneda. Las historietas de diferentes casas editoras se burlaban de gobiernos megalómanos a través de sus villanos, quienes perdían siempre contra los fantásticos y jóvenes héroes.

En 1992, por fin se llega a la comunidad LGBTQIA (Lesbiana, Gay, Bisexual, Transexual, Queer, Intersexual, Asexual) mediante los Uncanny X-men, donde Northstar es el primer héroe que se declara abiertamente homosexual y que contrajo matrimonio con Kyle Jinadu. Es ahí donde los niños y jóvenes con orientaciones y preferencias sexuales diferentes a “lo normal” se identifican por fin con un personaje de la cultura pop.

Conforme la sociedad cambia y comienza a asentarse un ambiente de estabilidad económica y social, los cómics continuaron en su Época de Bronce sin problema alguno, hasta la fatídica fecha del 11 de Septiembre del 2001: el ataque a las Torres Gemelas. Ante esta tragedia, Marvel responde con el Capitán América divulgando su identidad como Steve Rogers en reconocimiento a los rostros y nombres de los soldados caídos en guerras y a los héroes que apoyaron en el atentado terrorista, reconociendo así la importancia de la identidad personal detrás de quienes brindan un servicio a la Patria.

La respuesta de Estados Unidos ante esta crisis, es un estricto control de entrada y salida al país, vigilancia en todo medio de comunicación y especial paranoia ante el terrorismo. Y una vez más, los más pequeños pudieron entender este suceso en el 2006 a través de la lectura de Civil War, cómic que enfrenta dos bandos derivados de los Avengers: Team Stark and Team Cap. En esta historieta, un desastre en Connecticut equiparable al 9-11 crea el Acta de Registro de Superpoderes, contrastable con la lucha del Gobierno Americano y el pueblo que exigía el respeto a sus libertades individuales. Es aquí donde el Capitán América es asesinado al testificar en contra de dicha acta, como simbolismo del pueblo americano que fue obligado a aceptar la intrusión a su privacidad. Pero a pesar de  la muerte de Steve Rogers,  Sam Wilson adopta el rol de Capitán América, justo cuando Barak Obama asume la presidencia por primera vez. Y es así como una niño lee y entiende la trascendencia de un presidente afro-americano.

Se han mencionado solamente algunos de los sucesos más representativos a nivel social, pues hay muchísimos más temas y personajes muy resaltables. Pero la intención es entender la relevancia no solo de la lectura, sino del estudio del comic book como un medio de afrontamiento, información y creación de identidad en sus lectores por medio de las historias y personajes de los mismos.

Entonces, ¿dónde nos encontramos hoy? En la Época de la Diversidad. “The Inclusive Age of Comics”. Black Panther, héroe africano. Los X-Men. Luke Cage. Ya no son suficientes, existe la necesidad de ver la realidad de nuestra sociedad: la diversidad. Por eso Kamala Khan, la nueva Ms. Marvel, una adolescente musulmana, pakistaní – americana; Thor como mujer; un nuevo Spider Man, Miles Morales, afro-americano y latino; Linterna Verde, también de tez morena y además homosexual. Drax, de Guardianes de la Galaxia, con un sentido de la literalidad similar a un chico autista… Por mencionar algunos ejemplos.

Los lectores de cómics comienzan a exigir la desexualización del dibujo de los héroes; 50% de los lectores ya son mujeres y piden ver cuerpos como el de Serena Williams en sus personajes femeninos, a lo que Marvel responde con Task Force A, un grupo de mujeres superheroínas. Los seguidores de estas historias exigen a Hollywood resaltar esta nueva oleada de diversidad y equidad en sus películas, tal como las series de TV comienzan a hacerlo.

Llega el momento de concluir. Los cómics, en su estudio y lectura, han sido subestimados durante mucho tiempo, pero en la cultura pop siguen siendo fundamentales en el seguimiento y comunicación de eventos globales, así como medios de identificación a nivel personal de millones de jóvenes. La universidad Dundee en Reino Unido, así como el Smithsonian Institute Of National History ya tienen posgrados en relación a este tema más allá de cómo dibujar, sino de cómo crear y leer cómics a través de un contexto social y psicológico. Estamos en la era donde niños y jóvenes de diferentes edades, etnicidades, contextos, géneros, orientaciones y nacionalidades encuentran identidad y significado en historias que, más que fantasía, son fantásticas por el poder que tienen de exponer la realidad actual a través de personajes extraordinarios. Son un medio de inspiración para potenciar a la persona en sus habilidades y cualidades.

La lectura del cómic ha sido categorizada como exclusiva de los “nerds”, de los “geek”, viéndolos como una minoría, cuando la creación misma de éstos puede remontarse a pinturas rupestres o a los antiguos papiros japoneses que ahora son conocidos como manga. La historia ha creado esta forma de literatura, y su estudio se convierte en un tema serio y popular, pero poco reconocido en la riqueza de su poder de influencia y educativo en el ser humano. Es importante y se vuelve fundamental entender por qué incentivar su lectura beneficia a las personas.

La personalidad del lector encuentra identificación y crecimiento al enfrentarse con sus propios demonios o cualidades ocultas, y verse reflejado como un héroe empodera y fortalece las emociones y seguridad de aquellos lectores que parecieran no encajar por sus gustos “ñoños” e “infantiles” en un mundo que avanza muy rápido. Es entonces que el cómic se convierte en una herramienta más para recabar eventos globales históricos, y donde sus personajes y tramas dejan de ser ficticias y se convierten en un medio de información y formación accesible que es poco probable que desaparezca.

Solo resta afirmar que el comic book está lleno de elementos mágicos, mitológicos, históricos reales y extraordinarios, y que es una verdad innegable que no son fantasías, pero si fantásticos.

BIBLIOGRAFÍA

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The Scottish Centre for Comics Studies. https://scottishcomicstudies.com